Las maderas claras, incluso blanqueadas, están de moda y no solo para su uso en toda clase de mobiliario, también en suelos, revestimientos e incluso en complementos. Una de las razones por las que la madera clara está tan demanda últimamente se debe a la consolidación de las tendencias nórdicas y minimalistas donde el color blanco, combinado con estas maderas, se utiliza como instrumento para conseguir espacios agradables, amplios, limpios y porque no decirlo también, por su facilidad para combinarlo con otros colores.
Existen diferentes maderas con las que conseguir estos tonos blancos, las más populares son:
- Pino. Se trata de una madera muy versátil, y abundante, lo que la hace también económica, una combinación que la convierte en una de las maderas más usadas, especialmente en Europa. La albura tiene un color amarillo claro y el duramen va del marrón al rojizo. Si bien no es una madera de calidad superior, es semi-blanda y no tiene el mejor de los comportamientos frente a la humedad su utilización está muy extendida, desde muebles, a construcción, fabricación de tableros o carpintería de armar (frisos, cercos, molduras…).
- Maple. La madera de maple o arce es muy abundante en Norte América y se divide de manera muy genérica en dos clases, dura y blanda. Ambas tienen tonalidades pálidas, aunque pueden existir importantes diferencias entre subespecies.
- Abedul. Es una madera clara y fina, no especialmente resistente y que se utiliza principalmente para la fabricación de chapas de madera. Tienes ciertas tonalidades rojizas.
- Fresno. En función de la subespecie utilizada puede presentar tonos más oscuros, pero frecuentemente tiene tonos claros. Se trata de una madera de calidad utilizada principalmente para la fabricación de muebles.
- Haya. De forma natural es una madera muy clara, tirando a amarillo, aunque frecuentemente la encontraremos tras pasar por un proceso de vaporizado que mejora su comportamiento, la estabiliza frente a cambios de temperaturas y humedad, y le da un color más rojizo o anaranjado. Tras este proceso nos encontramos con una madera fácil de trabajar, con un gran comportamiento a la mecanización y que acepta muy bien tratamientos a base de barnices o pinturas. Se usa en la fabricación de tableros, chapas, mobiliarios, puertas, etc.
- Chopo. La madera de chopo se obtiene de lugares húmedos y su principal uso es el de la fabricación de chapas de madera, para la fabricación de tableros contrachapados, a través de un proceso industrial que se conoce como desenrollo. Las capas externas tiene un color claro y se va haciendo más rojiza según nos acercamos al núcleo.
- Bambú. Aunque por definición no es una madera, sino una hierba, su uso se está extendiendo dada su precio, abundancia, rápido crecimiento y por supuesto color. Su utilización es muy diversa, especialmente en las zonas donde crece naturalmente, donde se usa tanto para la fabricación de utensilios, como parquet o incluso andamios.
- Roble Blanco. Es una madera muy resistente y apreciada, con una color marrón claro que con el tiempo pasa a un gris claro casi blanco. Se trata de una de las maderas que más demanda está teniendo en los últimos años, especialmente para la fabricación de tarimas y parquets, lo que ha provocado cierta escasez y una elevación de precio considerable.
- Acebo. Madera uniforme y clara, casi blanquecina, que amarillea ligeramente tras el aserrado. Muy utilizada en incrustaciones. Acepta muy bien los tintes, de ahí que se la utilice también como sustituta del ébano.
Sí, la verdad es qué me ha gustado la información, técnicas y profesional con la maderas de roble y el árbol natural. Saludos
Hola Antonio. Gracias por tu comentario. Un saludo.