Aceites para Madera: Clases y Aplicación

Existen diferentes tipos de aceite para madera. Los hay para mobiliario de interior y también para madera o tarima exterior. Descubre cómo y cuándo aplicarlos

Acabados

La madera, al menos si queremos que tenga una larga vida, requiere de protección. Existen diferentes productos que nos ofrecen esta necesaria protección, por ejemplo, los aceites. Este tipo de acabado no es un grupo homogéneo, existen diferentes tipos, combinaciones y compuestos para mejorar/modificar sus características.

Si tuviéramos que mencionar unas pocas características comunes de los aceites para muebles de madera y otros elementos serían:

  • Acabado a poro abierto. Los aceites no crean una capa superficial como hace el barniz, sino que penetra en el poro de madera y lo satura, sin sellarlo.
  • La superficie resultante no es ni tan resistente ni duradera como la ofrecida por el barniz.
  • Brillo satinado o mate. Cuanto más brillante es una madera, menos natural parece. Por tanto, los aceites, al menos la mayoría, ofrecen un resultado más natural que otros acabados.
  • Fácil aplicación. La aplicación es fácil y sencilla, aunque los tiempos de secado, en función del aceite y su composición, pueden ser largos. Además, las renovaciones suelen ser también rápidas y sencillas.

¿Es mejor el aceite para madera o el barniz?

El aceite para madera es no mejor o peor que otros acabados, como pueden ser los barnices o las ceras, es simplemente un acabado con unas características que lo hacen adecuado para unos usos, y para otros algo menos.

No existe un producto, un tipo de aceite, que sea apto para todas las situaciones y en todas las condiciones.

Tipos de Aceites para Madera

En el mundo de la carpintería los aceites se vienen utilizando desde tiempos inmemoriales. Se debe entre otras cosas a que son de origen natural, ofrecen cierta protección a la madera e incrementan su durabilidad y son muy fáciles de aplicar.

De entre los muchos tipos de aceite que se han utilizado en el sector, destacan dos.

  • Linaza o lino. Se obtiene del prensado de semillas de lino.
  • Tung. Se obtiene de las semillas del árbol de tung, originario del continente asiático.

Ambos aceites se puede comprar puros, 100% naturales, o servir de base para la fabricación de una amplia gama de productos y acabados para el tratamiento de la madera.

En el caso de la linaza, la incorporación de otros compuestos es especialmente habitual. Se debe a que este aceite para madera puede tardar mucho en curar, y se le incorporan agentes secantes (manganeso, sales de cobalto…).

Mezclas y combinaciones

Aunque como ya mencionamos se pueden utilizar aceites naturales para madera, no es lo más habitual. La mayoría de fabricantes utilizan aceites naturales como base y los mezclan con otros compuestos con los que modificar y/o mejorar determinadas características (velocidad de secado, durabilidad, agentes insecticidas y antifúngicos, resistencia UV, etc.).

Algunas de las opciones más habituales son:

  • Aceite de teca. Combinación con aceites muy enfocada a la protección de madera en exteriores: mobiliario, revestimientos, tarimas…
  • Aceite danés. Acabado a poro abierto, apto para interior y exterior, aunque principalmente utilizado en interiores. Ofrece un resultado de apariencia natural.
  • Aceite-cera o aceite de cera dura. Acabado para madera que combina las ventajas de los aceites y las ceras. No adecuado para exteriores.
  • Aceite mineral. Este tipo de aceite poco o nada tiene que ver con los anteriores en cuanto a composición. Se trata de un derivado del petróleo, muy refinado, hasta el punto de ser apto para entrar en contacto con alimentos y utilizarse para la fabricación de medicamentos. No apto para ser un aceite para madera exterior.

Estas no son, ni mucho menos, las únicas alternativas. Existen muchas más, aunque normalmente las denominaciones son bastantes más genéricas: aceite para madera exterior, aceite para muebles de madera, aceite para tarimas, etc. La clave está en ver qué características se han potenciado en cada tipo de aceite y cuáles son las que necesitamos para el trabajo en el que vamos a usarlo.

Es habitual, aunque técnicamente incorrecto, denominar a algunas de estas mezclas como barniz.

Importante: la mayoría de estas mezclas o productos derivados no son aptos para entrar en contacto con alimentos. Si lo que busca es un aceite para cubiertos, platos o tablas de picar de madera las opciones son otras.

¿Es Bueno el Aceite de oliva para Madera? ¿Y otros aceites de uso alimentario o caseros?

Nuestra opinión es que no vale la pena. Los aceites de uso alimentario, como el de oliva, nunca llegan a secarse, simplemente permanecen allí, y se terminan volviendo rancios. En este sentido, muchos de los aceites para madera caseros que veo en la red no dejan de ser, desde nuestro punto de vista, una pérdida de tiempo y dinero.

Si lo que buscas es utilizar un aceite natural, evitar los productos químicos y conseguir protección para la madera utiliza los que ya te hemos comentados y que con total seguridad cumplen: el aceite de linaza y el de tung. Simplemente debes confirmar en el envase que es 100% natural y mantiene su pureza no habiéndose mezclado con otros compuestos.

Principales Uso de los Aceites para Madera

Es raro el ámbito de la carpintería donde no se pueda utilizar un aceite, ya sea puro o en combinación con otros compuestos. Tarimas, mobiliario de interior y exterior, carpintería, revestimientos, etc.

Quizás, sea más adecuado comentar en situaciones o contextos no son adecuados.

Cuando no utilizar aceite para madera

Los aceites naturales para madera y también la inmensa mayoría de derivados y combinaciones con otros productos o resinas son acabados que penetran en la madera sin formar una capa superficial (a poro abierto). Por tanto, ofrecen poca o nada resistencia a la abrasión o rozamiento. Sabiendo esto, no es recomendable utilizar aceite sobre superficies de madera que vayan a tener un uso intenso y/o no se puede renovar con facilidad el acabado.

Por ejemplo, no sería adecuado utilizar un aceite sobre una mesa de cocina donde continuamente se van a estar quitando y poniendo cosas, se van a derramar líquidos, se van a utilizar productos de limpieza, etc.

Si como ya mencionamos, el resultado de aplicar aceite sobre madera es un brillo reducido (entre mate y satinado), este tipo de acabado no es apto si buscamos un nivel de brillo alto.

Determinados aceites, especial el de linaza y aquellos que tienen la linaza como componente, alteran la apariencia de la madera. Las maderas claras se amarillean y las oscuras parece que envejecieran. Por tanto, si buscas no alterar el color de la madera, evita aceites como el de linaza.

Como Aplicar Aceites a la Madera

aplicación de aceites para madera

La aplicación básica es muy sencilla:

  • Se limpiar y/o prepara la madera.
  • Se extiende sobre la madera con la ayuda de un trapo.
  • Se espera un tiempo para que la madera absorba. En función del tipo de aceite pueden ser unos minutos o unas horas.
  • Se retira el excedente con otro trapo.

Los tiempos de secado/curado/polimerizado dependen del tipo de aceite y su composición.

Teñir la madera antes de aplicar el aceite

Es posible que le interese aplicar algún tinte a la madera antes de aceitarla. Se puede hacer, aunque no conseguiremos el mismo resultado con todos los tintes. Son preferibles aquellos disueltos en agua o disolventes, es decir, aquellos en los que se evapora el solvente. Una vez haya secado el tinte, podremos aplicar el aceite para muebles de madera.

Puede Barnizar Después de Haber Aplicado un Aceite

La respuesta clara y corta es: "no debería".

De forma general, lo que se consigue tras aplicar barniz sobre aceite, es reducir la adherencia del barniz, y esta reducción será mayor en los casos de los barnices u otros acabados al agua.

Esto no quiere decir que no sea una práctica habitual, de hecho, hay personas que lo recomiendan. Nuestra recomendación si lo va a hacer, es que al menos espere a que el aceite haya secado perfectamente, y considere que la capa de barniz va a durar mucho menos de lo que lo haría habitualmente.