Conservación del Patrimonio Arquitectónico e Histórico: Estructuras de Madera

Para conservar el patrimonio arquitectónico que representan algunas estructuras de madera en diversas ciudades es necesario realizar un correcto diagnóstico

Construcción

Actualmente existen todavía en los centros históricos o urbanos de ciudades y pueblos numerosos edificios que conservan la madera como material estructural. La falta de mantenimiento y conocimiento de tales estructuras conlleva en numerosas ocasiones problemas estructurales. Estas deficiencias pueden solucionarse con antelación si las afecciones sobre la madera se detectan en el momento oportuno.

Cómo Se Degrada La Madera

La madera como material de origen biológico tiene la propiedad de ser biodegradable, y por tanto, la degradación de la madera conlleva la modificación de sus propiedades mecánicas. Los agentes que modifican las características de la madera pueden ser organismos vivos como hongos e insectos xilófagos o elementos como el agua, el fuego, la luz, etc.

Los organismos xilófagos degradan la madera cuando las condiciones son favorables. En condiciones de temperatura y humedad elevadas lo hongos y termitas proliferan de manera importante, mientras que si la madera se encuentra seca es difícil que la degraden. A su vez, hay que considerar que la madera húmeda tiene una menor resistencia que la madera seca.

Los focos de humedad en la mayoría de los casos provienen de goteras en cubiertas y fugas en bajantes y desagües. También se pueden producir por mal aislamiento de fachadas y por capilaridad desde el suelo (balcones, arquetas, pozos, etc.).

Se considera que a partir de un 20% de humedad, la madera puede tener problemas por degradación, siempre que la humedad persista durante semanas. La humedad debe estar en torno al 10-14% en condiciones normales, dependiendo de la humedad ambiental.

Las Especies de Madera

Otro aspecto a tener en cuenta es la heterogeneidad de la madera. La calidad de la madera difiere entre especies incluso dentro de una misma viga. En una viga puede encontrarse madera de albura (parte no resistente a los ataques, de color más claro) y el duramen (parte más resistente, de color más oscuro). Dependiendo de la cantidad de duramen la calidad cambia; a mayor cantidad de duramen, mejores propiedades estructurales y de durabilidad.

Las especies madereras que más se han usado en construcción en la zona mediterránea han sido pinos. Existe gran variedad de especies y por tanto la calidad varía de unas de otras.

Las especies mediterráneas más utilizadas han sido el pino rojo o silvestre (Pinus sylvestris), el pino laricio (Pinus nigra) y el pino marítimo o resinero (Pinus pinaster), por orden de mayor a menor calidad. Pero existen otras especies como la mobila (Pinus taeda o P. ellioti) procedentes de Norteamérica.

En los edificios construidos a finales del siglo XIX y a principios del XX en Valencia y Mallorca, se usó madera de mobila. La mobila fue importada durante este periodo únicamente a los puertos de Valencia y Mallorca, de ahí que no se encuentre en el resto de España.

En la actualidad solo se encuentra en derribos, denominada como “mobila vieja”. La “mobila vieja” no se ve prácticamente afectada por organizamos xilófagos debido a la elevada presencia de duramen y resina. Existe una “mobila nueva”, procedente de plantaciones, que nada tiene que ver con la “mobila vieja”, dado que las propiedades cambian sustancialmente, al tener menor porcentaje de duramen y tener un crecimiento más rápido.

La Prevención Es La Clave

La prevención es la mejor forma de evitar la degradación de la madera. Tres aspectos son los más relevantes a tener en cuenta: el control de la humedad (cubiertas, bajantes, aireación, etc.), las posibles sobrecargas debidas a los añadidos en las reformas y el propio mantenimiento de la estructura.

En cuanto al primer aspecto, se recomienda mantener las cubiertas con buena impermeabilización y las bajantes en buen estado (lejos de los elementos de madera) y tener la posibilidad de revisar los elementos de madera, sobre todo en el caso de viviendas con falsos techos.

Por otro lado, el desconocimiento sobre el estado de la madera y las cargas que puede soportar un forjado de madera lleva a realizar reformas en las que se sobrecargan los elementos de madera produciéndose en algunos casos pandeos. La solución en estos casos pasa por otra reforma o por la eliminación completa del forjado, lo cual es muy costoso.

Por último, también es importante realizar un mantenimiento periódico (de forma visual o con instrumentación apropiada) para detectar posibles afecciones y realizar medidas preventivas, en caso de necesitarlas, y así evitar importantes degradación por ataques de termita, carcoma y hongos.