Suelos Laminados. Todas las Preguntas y Sus Respuestas

Los Suelos Laminados son seguramente la opción más versátil del sector. Ofrecen calidez, confort y una gran durabilidad. Pero ¿sabes cómo elegir la mejor opción?

Construcción

Los suelos laminados no son un producto nuevo, fueron desarrollados a principios de los 80. Sin embargo, ha sido durante la última década cuando su utilización se ha disparado.

Son varias las razones que justifican el interés de los consumidores por este producto, también llamado en algunos lugares suelos melamínicos:

  • Son una alternativa económica con la que dar un nuevo aire al suelo de cualquier casa o habitación.
  • La instalación requiere de pocas o incluso ninguna obra, y puede instalarse sobre el pavimento antiguo, siempre y cuando esté en buen estado. Además, es sencilla y puede realizarla cualquiera con unos conocimientos mínimos. Es frecuente decir que cualquier persona puede hacerlo. Yo no generalizaría tanto. Cualquiera, con cierta experiencia en el mundo del bricolaje.
  • Necesitan muy poco mantenimiento.
  • Poco a poco se han ido puliendo y mejorando algunas de sus limitaciones, convirtiéndose en un producto resistente y con garantías.
  • Desde el punto de vista de diseños, no hay límites. Se consiguen imitaciones de todo tipo de materiales (maderas, baldosas, metales, cementos...) e incluso diseños originales.

Definición: ¿Qué son los Suelos Laminados?

Empecemos por el principio, definamos lo que son los suelos laminados.

Se trata de piezas o lamas que se encajan unas con otras, utilizando lo que se llama sistema de clic, hasta abarcar una superficie. Estas piezas están formadas por varias capas, siendo la principal un tablero de fibras de madera de alta densidad (HDF, high density fibreboard).

Diseños

Como ya mencionamos desde el punto de vista de los diseños, formatos o texturas este tipo de suelos no tienen prácticamente rivales.

Se debe a que una de las capas es un papel impreso, sobre el que se puede imprimir lo que nos venga en gana. Posteriormente se le aplican varias capas de melamina prensada que se pueden utilizar para dar texturas, por ejemplo imitando las vetas de la madera.

Además, se pueden encontrar con relieves, biseles, etc.

Registro o Calidad del Diseño

Una de las prestaciones que diferencia un suelo laminado de alta gama del resto es la calidad de la sincronización del tacto o relieve de la pieza con el dibujo.

En los suelos laminados baratos, el registro (así es como se conoce esta sincronización) no existe. Normalmente el relieve es aleatorio e independiente del dibujo.

En los suelos laminados de calidad existe sincronía, lo cual mejora el realismo de nuestro suelo y permite diseños complejos. Por ejemplo diseños en los que en una lama estén dibujadas varias baldosas, y que una vez instalado el suelo no se aprecie la separación entre lamas de suelo laminado, sino la separación entre los dibujos de la baldosa.

Aunque el caso más habitual es el de las maderas. En estas la idea es que podamos tocar el nudo de la madera o sentir la dirección de la veta.

Tendencias actuales

Si bien lo más frecuente es encontrar diseños que imiten maderas, la oferta ha ido evolucionando y ampliándose mucho. Baldosas, cerámicas, óxidos o cementos no son un problema.

Por ejemplo, últimamente han estado muy de moda la apariencia tradicional o retro de las baldosas hidráulicas. Los fabricantes tuvieron en cuenta esta tendencia y rápidamente había en el mercado diseños de suelos laminado imitando este tipo de baldosa.

Combinación de suelos

Otra gran ventaja es la posibilidad de combinar diferentes diseños. Si quisiéramos separar ambientes utilizando el suelo o crear combinaciones originales, los suelos laminados son una opción ideal.

Lo adecuado sería combinar la misma gama de un fabricante, ya que pueden existir diferencias de espesor de las lamas, diferentes sistemas de anclaje, etc.

El precio de los suelos laminados

Al haberse generalizado tanto su uso, podemos encontrar precios de suelos laminados para todos los gustos y colores, y también para muy variadas calidades.

Es posible encontrar ofertas puntuales en centros de bricolaje entorno a los 5€/m2. A título personal desconfiaría de la calidad de algo tan barato, pero la realidad que es cuando veo estas ofertas también veo a mucha gente llevándoselo. Habrá que ver si estas mismas personas son las que luego aparecen por foros y blogs quejándose de lo mal que le ha ido con este tipo de tarimas flotantes.

Si obviamos por un momento estas ofertas puntuales, es posible encontrar suelos de calidad y con buenas prestaciones a partir de los 15€.

De ahí para arriba podemos encontrar mucho, incluso precios superiores a los 50€. Estas diferencias se pueden deber a muchas cuestiones: modas, materiales de gran calidad, precisión e innovación del diseño, sincronización entre el dibujo y el texturizado, cache de la marca, sistemas de anclaje y toda clase de prestaciones adicionales.

Ojo este no es precio final. Los suelos laminados requieren de algunos complementos para su instalación. De estos hablaremos más tarde, aunque ahora podemos enumerar algunos: Base aislante, zócalos o rodapiés, dilataciones, perfiles… A lo que habría que añadir la mano de obra, en caso de que no vayamos a hacer la instalación nosotros mismos.

Inconvenientes de los suelos laminados

Agua

Seamos francos, el agua es el gran problema de los suelos laminados. Que llueva y el agua se filtre al interior de la vivienda, que se rompa una tubería, etc. Si el suelo es de mala calidad o la instalación no se ha hecho bien, incluso fregar puede ser un problema.

No todas las capas que componen el suelo laminado se ven afectadas por el agua. Solo el núcleo formado por un tablero de fibras de madera se ve afectado. Y para llegar a esta capa el agua debe pasar a través de las juntas. Ante suelos de calidad, donde se han tomado medidas para evitar estas filtraciones, y se ha hecho una buena instalación, se consiguen reducir de manera significativa los riesgos.

Además, los tableros de alta densidad presentan un índice muy bajo de absorción de agua. Además podemos encontrar fabricantes que utilizan sistemas de anclaje con lengüetas plásticas o que los impregnan con resinas, parafinas u otros productos para evitar el paso de líquidos.

Es en la protección frente a la humedad es donde no debemos escatimar. Esta está directamente relacionada con la calidad del tablero y especialmente con todo lo relacionado con el anclaje o sistema de clic.

Reparaciones

Las reparaciones de suelo laminado más allá de solucionar algún problema de montaje o trucos para disimular algún rayón no son posibles. A diferencia de los que sucede con la madera maciza no puede lijarse.

En caso de rotura o deterioro se deben sustituir las piezas. La gran ventaja es que si la pieza a sustituir es accesible el coste de la sustitución es muy bajo en comparación con otros tipos de suelos.

Siempre es recomendable adquirir alguna caja de más y conservarla por si fuera necesario realizar sustituciones. Al tratarse de un mercado tan competitivo y dinámico no todos los diseños se mantienen indefinidamente. Cada año las marcas van descatalogando diseños ya fuera porque van incorporando nuevas prestaciones o simplemente por modas.

Características Técnicas

Existe una gran variedad de suelos laminados y composiciones de este. Incluso dentro de un mismo fabricante podemos encontrar importantes diferencias. Aquí hablaremos de algunos estándares, que en alguna ocasión pueden no cumplirse.

En este sentido es habitual de diferentes tipos de suelos laminados. Este concepto no es correcto. Es preferible hablar de diferentes calidades o de diferentes características, pero no de diferentes tipos.

Dimensiones de las lamas

El grueso o el espesor de la lama suele estar entre los 6 y los 12 milímetros, siendo a priori mejor el más grueso. No siempre es así ya que puede haber diferencias de densidad del tablero, siendo mejor cuanto más denso. El espesor también afecta a la calidad y resistencia del sistema de anclaje.

Respecto a la longitud y ancho, tradicionalmente se han trabajado medidas entre 1290mm y 2052mm para el largo, y entre 135mm y 327mm de ancho. Con la aparición de nuevos diseños estos estándares de medidas se han ido desdibujando cada vez más. Hoy en día es frecuente entrar suelos comercializados en las dimensiones tradicionales de la cerámica o el gres.

De forma directa no hay relación entre tamaño de la lama y calidad. Sin embargo, cuanto mayor es la lama, menos uniones entre lamas hay, y por tanto menos riesgos del deterioro de estas.

Composición de los suelos laminados

capas suelos laminado

Partes

Overlay o capa de desgaste. Se trata de la capa superficial del suelo y 100% transparente. Será la que esté sometida al desgaste fruto de la acción humana. Atendiendo a esta cuestión se pueden clasificar los suelos según su resistencia a la abrasión utilizando la escala AC.

AC1 hasta AC5, aunque hoy en día se pueden encontrar suelos laminados AC6. Cuanto mayor sea el número, más resistencia a la abrasión o desgaste tendrá nuestro suelo. Ojo no hay que confundir esto con su calidad. Es solo un parámetro más de los muchos que habría que evaluar para saber si estamos ante un buen suelo laminado.

Durante los últimos años todos los fabricantes, aunque hicieran un mal producto, han añadido un overlay con resistencia AC5, ya que los consumidores identifican esto como algo bueno y de suelo de alta gama. Esta ha sido más una estrategia de marketing que una necesidad.

Para hacernos una idea, un suelo con un overlay AC3 es suficiente para una casa (sin embargo, suelos con esta clasificación han desaparecido del mercado). Es muy posible que de ahí para arriba estamos sobredimensionando nuestras necesidades. Los AC5 están pensados inicialmente para zonas de mucho tránsito como escuelas o centros comerciales.

Esta capa está compuesta por celulosa y dióxido de aluminio (corindón), siendo este último componente el que le da la resistencia y dureza al compuesto.

Papel decorativo. Es en esencia el papel sobre el que se imprime el diseño de nuestro suelo. La calidad de la impresión, su realismo y la cantidad de diseños no han parado de crecer durante la última década.

Cuerpo o núcleo. Esta capa, que representa desde el punto de vista del volumen gran parte del producto, está fabricada con tableros de fibras. Es la columna vertebral del suelo laminado.

Normalmente se utilizan HDF (High Density Fibreboard o tablero de alta densidad), para las gamas altas y medias con densidades por encima de los 800-900 kg/m3. Se utiliza MDF (Medium density fibreboard o tablero de densidad medida) para los suelos laminados baratos con densidades entre los 550 y 800 kg/m3.

El hecho de que sea más denso implica normalmente una mejor estabilidad y también un menor coeficiente de dilatación. También tiene efectos sobre la resistencia de los anclajes.

Otra característica importante del tablero es que sea hidrófugo. Es decir, que presente resistencia mejorada a la humedad. Se trata de una prestación generalizada entre los suelos laminados de gama alta y media. Pero no siempre está presente en los económicos.

Algunos fabricantes aseguran que la dilatación de sus productos en contacto con agua no supera un 5%. Otros pueden llegar casi al 20%. En este último caso el deterioro será más que evidente.

Capa estabilizadora o compensadora. Es la última capa el suelo laminado y muchas veces se le presta poca atención, aunque es increíblemente importante. Esta mantiene las piezas o lamas estables evitando que se arqueen.

Normalmente se trata de un papel kraft. Últimamente, y con el fin de ahorrar costes, algunas fabricantes simplemente aplican un acabado tipo "barniz". Esta práctica representa una pérdida sustancial de calidad.

Sistema de anclaje o clic

Los sistemas de anclaje o clic son fundamentales, es uno de esos parámetros que realmente marcan la diferencia entre un buen y un mal suelo. Su función principal es la de unir cada una de las piezas. Pero no de cualquier manera:

  • Las piezas deben mantenerse unidas con el paso del tiempo.
  • La unión debe ser perfecta para evitar el paso del agua.
  • El anclaje debe permitir instalaciones, e incluso desmontar, fácilmente. Sistemas de anclaje muy complejos y poco prácticos implican roturas de piezas y deficiencias durante el montaje.

En el mercado se pueden encontrar varios sistemas patentados, entre los que destaca dos:

  • Lock.
  • Uniclic.

El resultado final derivado de la unión de piezas no solo tiene que ver con el sistema de clic utilizado. Sin un buen tablero de fibras como soporte la calidad de la instalación se verá afectada.

La clase

Los suelos laminados se clasifican según su clase de uso. Esta tiene en cuenta varios criterios, y no solo la resistencia al desgaste (escala AC). Este criterio se utiliza no solo para los laminados, también para otros tipos de suelos como las baldosas, vinilo, etc.

  • Clase 31 – Sólo para uso doméstico moderado
  • Clase 32 – Para uso doméstico normal – comercial moderado
  • Clase 33 – Para uso doméstico intensivo – comercial normal
  • Clase 34 – Para uso doméstico muy intensivo – industrial normal

Un suelo se clasifica en una u otra clase en función de:

  • Hinchazón. Consiste en medir como se altera el volumen de una pieza cuando esta se moja. Por ejemplo, para un suelo clase 33 no debe haber un hinchamiento superior al 18%.
  • Resistencia a la abrasión.
  • Impacto. Se hacen pruebas de impacto (bola pequeña y bola grande), y función de lo que penetre cada uno de los impactos se asigna una clase.
  • Apertura de juntas. Se realizan ensayos de fuerza para establecer la necesaria para abrir las juntas.

La base aislante, foam o manta

Este es uno de esos elementos sobre los que se suele pasar de puntillas. La manta juega un papel sumamente importante:

  • Ayuda a nivelar las imperfecciones del suelo.
  • Aísla térmicamente. Los cambios bruscos de temperatura pueden ser un problema para la madera en general. Para instalaciones de suelos radiantes habría que adquirir una manta con las prestaciones adecuadas.
  • Aísla acústicamente.
  • Y principalmente frena la humedad desde el subsuelo.

Más información sobre la manta aislante.

Complementos

perfiles suelos laminados

Son necesarios algunos complementos para que la instalación quede no sólo bien desde un punto de vista técnico. También para que quede de revista.

Zócalos o rodapiés. Es la pieza que se coloca en la parte inferior de la pared. Sirve de decoración, para proteger la pared y también para tapar la junta de dilatación en nuestro caso. Prácticamente todas las marcas comercializan modelos de rodapiés a juego con sus suelos. Si no te convence siempre puedes adquirirlos blancos que suelen quedar muy bien.

Perfilería:

  • Molduras de dilatación o transición. Son piezas que se colocan para cubrir las juntas de dilatación entre dos tramos de suelo laminado.
  • Terminaciones. Como su nombre indica se colocan al final de la instalación produciendo un pequeño desnivel. Es el remate cuando la instalación no se realiza en toda una casa.

Mamperlán. Este es el remate de las esquinas de los escalones cuando se coloca suelo laminado en escaleras. Tradicionalmente se hacían a medida por profesionales de la carpintería. Actualmente muchas marcas comercializan este tipo de complemento.

Mantenimiento

Como ya dijimos el poco mantenimiento necesario es una característica que han convertido a los laminados en una de las opciones favoritas de los consumidores.

Para la limpieza diaria será suficiente con pasar una mopa. Y periódicamente se limpia con una fregona bien escurrida y preferiblemente con productos específicos para este tipo de suelos.

Más allá de estas cuestiones no se precisa nada más. No será necesario, tampoco se puede, acuchillar o lijar y renovar a acabados.

Instalación de este tipo de tarima flotante

colocación suelo laminado

El suelo laminado se instala sobre el pavimento preexistente, de ahí que la instalación sea relativamente rápida.

Existen una serie de pasos previos que son de gran importancia:

  • El soporte debe estar nivelado. Si no lo estuviera se podría usar pasta niveladora o autonivelante en las zonas donde fuera necesario.
  • La humedad del soporte no debe superar el 3%. Y la ambiental en los valores normales que tendrá la instalación en sus día a día. Es decir, no se puede hacer una instalación en unas condiciones que no son las habituales. Como ya hemos dicho este tipo de cambios afectan al suelo.

En cuanto a los pasos necesarios para la colocación del suelo laminado puedes verlos aquí.

Nota: Con diseños tradicionales de tablas de madera, el más habitual, es recomendable instalar en el sentido en el que entre la luz y/o a lo largo del pasillo. Con ello conseguiremos dos efectos: mejorar la sensación amplitud y disimular las juntas.

Las juntas de dilatación

Todos los materiales sufren dilataciones y contracciones, sin excepción. Y cualquier instalación requiere tener esto en cuenta. Para el caso de los suelos laminados, al ser madera y tener una instalación flotante cobran si cabe un mayor interés.

Se recomienda de forma generalizada (aunque siempre conviene revisar las especificaciones de cada fabricante):

  • Dejar juntas de aprox. 1 cm en el contorno, es decir respecto a las paredes. Esta junta quedará cubierta posteriormente por el zócalo o rodapié.
  • Cada 12 metros en sentido longitudinal y cada 8 metros en el sentido del ancho de las lamas se deberá dejar una junta de dilatación. En este caso se cubrirán con una junta o moldura de dilatación.

Si estas no se respetan y suelo entra en contacto con una pared o cualquier otro elemento dijo el suelo se levantará.

Accesorios de Instalación

Otra gran ventaja es que no es necesario mucha herramienta para la colocación.

  • Cuter o cuchilla. Para cortar el aislante y la cinta para fijar este.
  • Lápiz. Para marcar los cortes, tomar notas.
  • Un metro.
  • Sierra de calar. Para cortar las piezas.
  • Guillotina. Ideal para hacer cortes rectos. No es indispensable, pero puede ahorrarnos mucho tiempo.
  • Martillo, palanqueta y taco de impacto. Para ajustar las piezas.
  • Cuñas. Para mantener las distancias respecto a la pared.