Tratamiento Autoclave para Madera: Definición, Tipos y Usos
¿Qué es el tratamiento autoclave para madera? ¿Cómo Mejora el Comportamiento de la madera expuesta a la intemperie? ¿Qué tipos existen?
La madera sometida a determinadas condiciones ambientales se degrada y puede ser atacada por toda clase de agentes biológicos como puede ser los hongos o insectos xilófagos, lo que a su vez acelera aún más la degradación.
Para contener este proceso y retrasarlo al máximo se pueden tomar ciertas medidas, siendo el tratamiento en autoclave para madera, uno de los recursos más habituales, conocidos y efectivos para ello.
Es también habitual referirnos a la madera tratada con este método como cuperizada, tanalizada o impregnada.
¿Qué es la Madera Tratada en Autoclave?
El autoclave es un recipiente metálico hermético capaz de soportar grandes presiones y que permite aplicar tratamientos que mejoran la resistencia de la madera a la putrefacción y acción degradadora de agentes biológicos. El proceso a grandes rasgos consiste en la inyección de sustancias químicas, principalmente sales de cobre, utilizando técnicas de vacío.
De una forma muy básica, la idea es conseguir mejorar la durabilidad de la madera en exteriores y/o en contacto con el suelo. Introducir una madera que no es apta para exterior o con una resistencia limitada en el autoclave, y que tras el tratamiento pueda utilizarse en exteriores y/o en condiciones más exigentes (clases de uso 3, 4 y/o 5).
Descripción del proceso Bethell (célula llena)
El denominado sistema Bethell o de vacío-presión, es el de mayor empleo en el mundo. Con este sistema se puede conseguir una retención máxima de producto en la madera, impregnando no sólo la pared celular, sino también los lúmenes celulares. Se distingue principalmente del sistema Rüping por la realización de un vacío inicial.
Este sistema presenta las fases siguientes:
- Introducción de la madera (con una humedad máxima del 24%) en el cilindro de impregnación.
- Vacío inicial de intensidad y duración variable en función de la humedad y de la especie de la madera.
- Llenado del protector liquido en el cilindro de impregnación.
- Elevación de la presión conforme al grado de protección a alcanzar (en general de 12,4kg para tratamientos en clase IV). Varía este dato en relación con el tiempo de impregnación.
- Mantenimiento de la presión de trabajo durante un periodo de tiempo en función del grado de protección a alcanzar.
- Retorno a la presión atmosférica y evacuación del protector restante de la cámara de impregnación.
- Realización de un segundo vacío, de intensidad y tiempo variable (escurrimiento).
- Extracción de la madera del cilindro.
Descripción del proceso Rüping (célula vacía)
Fue la primera técnica implantada. Se desarrolló a la vez que los ferrocarriles e infraestructuras de alimentación energética y de telecomunicaciones para garantizar vida a las traviesas y los postes de tendidos eléctricos y telefónicos. El protector empleado era, y sigue siendo, la creosota, incorporada mediante el sistema de autoclave denominado Rüping.
Este sistema funciona de la siguiente manera:
- Introducción de la madera (con un porcentaje de humedad máxima del 24%) en el cilindro de impregnación.
- Aplicación de presión (unos 4kg), entre otras cosas, para abrir las células de la madera.
- Bajada de presión, llenado del cilindro con el producto protector (creosota a 90º).
- Aumento de la presión (9kg) para impregnación de la creosota en la madera (mantenimiento del nivel de presión).
- Disminución de la presión hasta alcanzar el nivel atmosférico (se vacía el cilindro por principio de compensación de presiones) y bombeo de los sobrantes de creosota.
- Depresión/vacío final para extraer de la madera el excedente de producto.
- Retorno a la presión atmosférica y extracción de la madera del cilindro.
Existen otras técnicas y variantes, sistemas para protectores denominados orgánicos o en disolvente orgánico, plantas de tipo vacío-vacío (vac-vac) o Cíclicos (OPM y APM). Cada una con sus ventajas e inconvenientes.
¿Qué compuesto o productos se aplican?
En este sentido existen importantes diferencias. Cada empresa, en función del producto que quiera conseguir (clase de uso de la madera, acabado o color) podrá utilizar diferentes compuestos.
Se pueden utilizar protectores, barnices, pinturas e incluso tintes. A esto hay que añadir la preocupación creciente por el medio ambiente y la utilización de determinados productos químicos.
Destacan las sales hidrosolubles de cobre (tanalizado), creosotas, preservativos orgánicos o resinas alquídicas son los más habituales.
Desde hace unos años los tratamientos a base de micronizado de cobre (micro-nano partículas de cobre que llegan a introducirse en las células de la madera) ganan terreno. Se debe entre otras cuestiones a que ofrece un excelente resultado, ahorro en energía y cumple actualmente incluso con las normativas ambientales más exigentes.
Por motivos de salud pública, se han prohibido en muchos países algunos compuestos que se venían utilizando para tratar la madera. Por ejemplo, las creosotas se han prohibido en Europa desde hace décadas, y aunque parezca mentira, en algunos países aún están permitidas las sales metálicas de arsénico.
¿Color de la Madera tratada en Autoclave?
Estamos habituados a ver la madera tratada con un tono verdoso. Se debe principalmente a la utilización de sales hidrosolubles, que son las más usadas con el método Bethell, que como ya comentamos, es el más utilizado.
Sin embargo este no siempre tiene porque ser resultado. Pueden utilizarse productos para colorear la madera o incluso técnicas que respetan en mayor medida su color natural.
Ventajas y Desventajas del Tratamiento en Autoclave
Este tratamiento aporta interesantes ventajas y beneficios a la madera. Entre ellos destacan:
- Mayor durabilidad. Resistencia mejorada frente a la acción de insectos y hongos.
- Se mejora el comportamiento frente a condiciones ambientales adversas. Es decir, especies que de forma natural no son aptas para exterior, puede pasar a serlo tras el tratamiento. Por ejemplo el pino.
- Mayor estabilidad. Directamente relacionado con las características anteriores. Es decir, la madera se mueve menos frente a los cambios ambientales.
- Se pueden aplicar también durante el proceso agentes retardantes frente al fuego.
- Se reducen los gastos asociados al mantenimiento de la madera.
Tipos de Maderas Tratadas en autoclave
Podemos clasificar la madera tratada en autoclave según dos criterios. Por un lado según la clase de riesgo que alcance la madera tras el tratamiento, y por otro según la especie de madera utilizada.
Las Clases de Uso o Riesgo
El tratamiento en autoclave, al menos el realizado por empresas y profesionales cualificados, sigue unos criterios y varemos estrictos con el fin de poder catalogar para que tipos de usos es apta la madera resultante.
La norma EN-335 sobre la Durabilidad de la Madera define estas clases de uso:
- Clase de uso 1: El menos exigente. A cubierto, y protegido de la intemperie y no expuesto a la humedad.
- Clase de uso 2: A cubierto, protegido de la intemperie, pero puede existir humedad ambiental ocasional.
- Clase de uso 3: A cubierto, pero a la intemperie. No en contacto directo con el suelo. Se puede subdiferenciar en función de si la instalación contempla medidas constructivas para la protección o evitar excesiva exposición.
- Clase de uso 3.1: Con protección.
- Clase de uso 3.2: Sin protección.
- Clase de uso 4: A la intemperie y en contacto directo con el suelo, e incluso agua dulce.
- Clase de uso 5: En contacto con agua salada.
Siempre que compremos madera debemos solicitar la ficha técnica o etiquetado. En esta documentación debe hacerse referencia a la clase de uso para la que es apta.
¿Qué maderas son las más utilizadas?
La madera de pino es con diferencia la más utilizada. Lo es por su excelente relación calidad/precio y por su buen comportamiento frente al tratamiento. Normalmente tras un autoclave con sales hidrosolubles el resultado es apto para las clase de uso 3 e incluso 4.
Otras madera habituales son roble, olmo o akoga.
La importancia de la Impregnabilidad de la Madera
No todas las maderas ofrecen la misma "facilidad" para que el tratamiento penetre, es decir, no se consigue con todas las maderas la misma efectividad en el tratamiento.
Esto esta directamente relacionado con lo que se conoce como impregnabilidad de la madera. Por ejemplo, la madera de pino es impregnable y este tipo de tratamientos son efectivos. Sin embargo, el abeto no es impregnable y el tratamiento es poco efectivo, de ahí que la madera se abeto se utilice poco en exteriores.
Usos
Los usos son en esencia cualquiera, aunque desde un punto de vista práctico la gente recurre a la madera tratada en autoclave para usos en exteriores:
- Tarima de exterior: jardines, embarcaderos…
- Revestimiento de fachadas.
- Rastreles.
- Pasarelas de madera.
- Construcción de estructuras: pérgolas, porches…
- Mobiliario urbano y/o de exterior.
- Vallados, cercados agrícolas, postes, guarda railes…
- Muelles, puentes...
- Terrazas y cubiertas.
La clasificación de uso para cada uno de estos casos dependerá de la instalación. Por ejemplo, un pilar para una pérgola puede requerir una clase de uso de 4 si la madera está en contacto directo con la tierra, o una calse de uso 3, si la madera se fija a un herraje/soporte metálico, y es este el que está en contacto con la tierra.