Madera Importada: Elegir para Evitar la Deforestación y Especies Problemáticas

El comercio o importación de madera, derivado de la tala ilegal, la ganadería y la agricultura son las principales actividades que contribuyen a la deforestación ¿En qué medida?

Madera

El comercio de madera se ha convertido en una de las principales causas de la pérdida de los bosques. Esta actividad afecta a unas pocas especies de árboles pero causa graves daños. El problema es que para llegar a los árboles deseados, hay que deforestar amplias zonas y desechar la madera que no interesa comercialmente.

Esta galopante merma no sólo se da en los trópicos, sino también en los países templados y boreales que todavía tienen importantes bosques autóctonos. Por suerte, la superficie forestal europea o norteamericana resulta salvaguardada.

Pero, además de la exportación maderera como fuente de divisas, su uso como combustible o el avance de los cultivos, la ganadería o la extracción de minerales contribuyen gravemente a la deforestación. En la última década se han perdido 940.000 km2 de bosque, lo que supone casi el doble de la superficie de España.

Este desgraciado proceso no sucede de igual forma en todos los países, sino que existen zonas en la cuales la deforestación es mayor. Entre estos destacan: Indonesia, México, Brasil o Nueva Guinea. La deforestación avanza a lomos de la expansión de los cultivos agrícolas y el sector ganadero y tiene como punta de lanza las talas para sembrar soja o palma aceitera.

¿Cómo puedo saber si una madera importada procede de lugares que sufren deforestación?

Es fácil identificar la madera certificada, pero no hay forma de saber si una madera procede de una zona de talas ilegales. La mejor garantía es la certificación. Sin embargo, que no esté certificada no significa que su comercio sea ilegal. Sin embargo, ciertas procedencias incrementan ese riesgo.

Hace algunos años, Greenpeace publicó la “Guía de la buena madera”, donde se analizaban el consumo y producción de madera, y se extraían algunas interesantes conclusiones.

¿Cómo evitar hacer una mala compra?

Greenpeace aconseja la compra de madera local. En el caso de España del Pirineo, de Soria u otros sitios donde se hace una gestión silvícola correcta. No hay por qué pensar que sólo las maderas exóticas pueden ser de colores vistosos o que estén de moda (negros, rojos).

Hoy en día también las maderas obtenidas en España pueden ser teñidas y tratadas para obtener los colores deseados. La compra de proximidad ayuda además a reducir el transporte, las emisiones de gases de efecto invernadero y a mitigar el cambio climático.

¿Qué maderas importadas suponen “riesgo” de deforestación y cuáles no?

En la guía se recogen más de 30 especies comunes en el mercado español con el correspondiente grado de riesgo de estar vinculadas a casos de deforestación (lo que depende de la región del planeta de donde procedan, de la existencia o no de problemas en sus bosques o de que haya conflictos bélicos).

  • Son maderas aceptables: castaño, haya, roble, pino silvestre y laricio, nogal o bambú.
  • Merecen el sello de “maderas problemáticas”: abeto, alerce, hemlock, eucalipto, pino radiata o cedro rojo.
  • Y son maderas de alto riesgo y muy sospechosas: merbau, iroko, teca, ipé, wengué, jatoba, meranti, sapeli.

¿Qué pérdidas causan las talas ilegales?

El Banco Mundial estima que las talas ilegales suponen a los países productores pérdidas de 10.000 millones de euros al año: y en torno al 6% de esta cifra puede deberse al mercado español.