Biodegradabilidad de Tableros Usados en Fabricación de Mobiliario

Los tableros aglomerado o MDF son derivados de la madera, pero ¿son estos tableros biodegradables? ¿De qué depende que lo sean?

Tableros

La preocupación por el Medio Ambiente es un hecho que se observa a todos los niveles de la sociedad (administrativo, docente, familiar, etc).

La contaminación producida por la acción del hombre en este planeta ha llegado a niveles insostenibles, y desde la sociedad, se demandan soluciones para disminuir el impacto de la vida del hombre en el planeta (lo que se conoce con el nombre de “huella ecológica”).

Desde el punto de vista productivo se debe intentar modificar los productos, sus propiedades, con el objetivo de mejorar la reciclabilidad y biodegradabilidad de éstos cuando lleguen al final de su vida útil. Y en este sentido, los diferentes tableros de madera y derivados no deberían ser una excepción.

Aunque en principio se pueda pensar que la madera es biodegradable, en el proceso de fabricación de estos tableros se utilizan colas basadas en el formaldehído (urea-formaldehído, fenol-formaldehído o melamina-formaldehído) que confieren al tablero cierta toxicidad debido al contenido en formaldehído libre que éstos contengan.

A finales del siglo pasado se empezaron a desarrollar materiales caracterizados por su facilidad para degradarse una vez finalizada su vida útil. Este desarrollo se llevó a cabo principalmente, en materiales fabricados a partir de polímeros (plásticos), los cuales eran sensibles a la radiación solar (foto-degradables) o se fabricaban con moléculas con alto valor nutritivo para los microorganismos (bio-degradables).

En la actualidad, este campo se abre para multitud de materiales, aunque los más estudiados siguen siendo los materiales plásticos, los cuales han desarrollado multitud de normas internacionales para aplicar ensayos de biodegradabilidad.

Existen diversos proyectos que tienen el objetivo de investigar la biodegradabilidad de los principales tableros derivados de la madera (tableros contrachapados, tableros de partículas y tableros de densidad media).

Estos tableros poseen diferentes características físico químicas que permiten su utilización en diferentes aplicaciones en el proceso de fabricación de mobiliario de madera, incluso algunos se utilizan en otros ámbitos como la construcción. En los tres tipos de tableros mencionados se utilizan partículas de madera o chapas de madera con determinadas colas (principalmente urea-formaldehído o fenol-formaldehído), que en ocasiones inhiben la biodegradabilidad de los tableros debido al contenido en formaldehído (agente antiséptico y tóxico para los microorganismos).

Las posibles mejoras que aumenten su biodegradabilidad, sin perjudicar la durabilidad y prestaciones de los tableros, pueden llevar al fabricante a obtener un producto más respetuoso con el medio ambiente, más sostenible y con una fuerte herramienta de marketing frente a sus competidores.

Hoy en día, la mayoría de fabricantes de tableros son capaces de obtener productos que se pueden etiquetar como E1 (bajo o nulo contenido en formaldehido), lo cual significa un importante avance respecto a lo producido hace algunos años.

Además, la biodegradabilidad es uno de los parámetros que se encuentra en estudio para la obtención de la eco-etiqueta en mobiliario, en concreto el reciclado y la eliminación.